Es el dogma de nuestra fe, las enseñanzas que afirmamos verdaderas, la base doctrinal para todo el que se confiese cristiano. Sin ellas se pierde el fundamento y, por lo tanto, caemos en un caos doctrinal que conduce a la herejía, la blasfemia y a renegar de nuestro Señor. Por lo tanto, el dogma ES INNEGOCIABLE, se cree tan cierto como la razón misma y definen lo que es el evangelio verdadero.

Otras iglesias también afirman la veracidad de los credos, pero su teología y praxis poseen diferencias irreconciliables. Las 5 Solas nos distinguen de ellas y nos dan identidad. Ellas no son el evangelio, pero sí el modo en que vivimos el evangelio. No son negociables, pero tampoco podríamos afirmar que le espera el infierno si alguien o un grupo de creyentes negara alguna de ellas.

Los credos definen al cristiano, las 5 solas definen al cristiano protestante o evangélico, y la autoridad y sujeción definen al cristiano capaz de someterse y servir en una iglesia local específica, desde un pequeño grupo de creyentes, hasta toda una denominación a nivel mundial. Es necesario que el cristiano protestante o evangélico viva en sujeción a sus autoridades, siempre y cuando estas no nieguen los credos, ni las 5 Solas.

No hay casos especiales, incluso los misioneros que viven en medio de una selva o desierto rinden cuentas a sus iglesias locales y, a su vez, ellos fungen como autoridad para quienes alcanzan. La Iglesia no es privada, sino comunitaria. Si tú tienes “un caso especial”, por favor, busca ayuda y ordena la vida y la fe que no te pertenecen, sé de Cristo, no de ti mismo.